Desdigilitalizándose un poco.
Desdigilitalizándose un poco.
Los excesos de la digitalización en nuestra vidas hace que estemos olvidando y perdiendo la capacidad de observación y expresión. Es necesario un esfuerzo para recuperar y volver a desarrollar estas destrezas. El peligro no está en lo digital sino en el mal uso que le damos y el olvido de las capacidades indicadas que, durante años, la humanidad ha ido desarrollando. Lo digital ha traído grandes beneficios siendo, quizás el principal, el acceso a grandes cantidades de información que antes no teníamos. De lo que hablamos es de una deshumanización y sobre todo una perdida de ciertas destrezas vitales para el ser humano a causa de la aparición de los sistemas digitales que intervienen cada aspecto de nuestra vida cotidiana.
La observación es uno de los elementos vitales en nuestra vida por el que recogemos una información que nos permite, además de estar aquí y ahora, conectar con una realidad permanente, aprender de lo observado. La falta de atención y la capacidad para tenerla es obvia en estos tiempos, se vive la cultura “zapping”. La observación y la atención se recuperan mediante la meditación y la práctica del mindfulness, estas destrezas nos permiten recuperar la realidad a veces perdida en un mundo de ilusión al que estamos conectados por la inercia y la falta de esfuerzo.
La expresión es la forma por la que comunicamos nuestro interior al entorno . La expresión tiene muchas formas. Expresión visual: mediante la realización de bocetos, dibujos, pintura (todo empezó con las pinturas rupestres). Expresión sonora: consistente en la modulación de la voz, la comunicación a través del sonido, saber hablar en público y tener tonos de voz agradables que atraigan a una escucha sincera y profunda. Expresión escrita: por la que, mediante signos escritos, se cuentan historias, se mantiene una correspondencia o se escriben diarios. La expresión corporal: por la que mostramos nuestros sentimientos de una manera corpórea con nuestra postura y con nuestro lenguaje no verbal.
Se está perdiendo el interés por estas destrezas humanas, cambiándolos por unas formas breves y poco profundas de comunicación y aprendizaje.
Así pues es necesario volver al origen y recuperar estas artes para que la sociedad se afiance en un mundo mas unido, comunicativo y profundo.